Hoy te escribo estas letras que no sé si algún día leerás, pero quiero decirte que me encuentro sumamente feliz, más que antes, mucho más.
La razón es que me gusta mucho estar y ser feliz, pero también existe otra razón, esa razón eres tú, porque sin importar cuantas veces te pueda llegar a observar no puedo evitar verte y volver a enamorarme cada segundo que mis ojos se posan en tu ser, así sea por mero accidente. Y es que me encanta tu sonrisa, la forma en tus pómulos se colocan sobre tu rostro cuando sonríes, o ese hoyuelo que se te hace en la mejilla izquierda contraria a la mía, la forma en que te comes tus labios cuando estas concentrada en algo, o la forma tan imperceptible en que tu nariz da un pequeño respingo cada vez que ries.
Me encanta la forma en que el sol se refleja en tu cabellera "dorada" y desmarañada por la mañana, me encanta tu cabello despeinado y natural, es cierto que luces hermosa cuando te encuentras arreglada, pero te ves divina recién levantada, despeinada y con todos los signos de que te acabas de levantar en el rostro. Adoro la forma en que no importa cuan oscuro sea el día tú siempre encuentras la forma de hacerlo brillar, y es que incluso en días como hoy que tenemos nubes por todos lados el sol no aparece los girasoles hacia donde se inclinan es hacia tu sonrisa, tanto así que incluso se encuentre sumamente soleado el día cuando tú pasas por ahí, los mismos girasoles hacen caso omiso del sol inclinándose hacia ti.
Hoy quizá no hablemos como antes, quizá ya no platiquemos como solíamos platicar, pero ya no nos tratamos con la forma agresiva que comenzamos a tratarnos, y poco a poco veo como las paredes que construimos en torno nuestro empiezan a caer, te aseguro que no pretendo volver al pasado, el pasado ahi permencera siempre, pero sí quiero construir algo más, algo grande, algo mejor, poco a poco.
